domingo, noviembre 05, 2006

Ser uno mismo



Es una frase muy recurrida de la cual no tengo del todo claro su significado.

Es obvio que descarta la posibilidad de dejarse llevar por acciones opuestas a lo que uno piensa o siente. Pero si se diferencia entre la espontaneidad y los deseos racionales, ya no está tan claro qué camino ha de seguirse para ser uno mismo.

Es un alivio el que no haga falta conocer la respuesta para saber cómo es uno.
Yo escogí ser como quiero ser, según un deseo racional. Por eso los ingredientes de mi personalidad son una meta o un perfil, fuerza de voluntad, perseverancia, corrección del rumbo y reafirmación.

A veces me gusta decir que tomo rumbo a la perfección, porque aun siendo inalcanzable, siempre se puede seguir avanzando hacia ella. ¿Y qué es para mí la perfección? Quizás si mejoro mi capacidad de transmitir mis pensamientos podré explicarlo en otra ocasión.

Felicidad



Sensación de nostalgia, temor a la pérdida, contínuo desasosiego, sentir la incertidumbre, presentir peligros, indisponer de control, aferrarse a lo conocido, fluir junto al tiempo, mirar al pasado y al futuro...

¿Qué es la felicidad?
No. Mi inquietud no es encontrar la respuesta.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que la he atrapado.
Mi enfermedad es saber con qué facilidad la puedo perder.

Ni tan siquiera soy capaz de describirla, y aun afirmando tenerla, no puedo disfrutarla sin sentir que la estoy perdiendo.

¿Será inalcanzable? ¿Una utopía?
¿Será cotidiana? ¿El día a día?

Qué goísta se siente uno al oírse estas palabras.